En primer lugar queremos aclarar que no venimos aquí sólo a hablar de una sucesión de números. Números que vistos así quedan muy lejanos de las personas que viven y construyen cada día Fuenlabrada, una ciudad de trabajadoras y trabajadores que sudan cada día, tengan o no empleo remunerado, por salir adelante y mejorar lo que hay.
Sin embargo, esos fríos números encierran detrás un proyecto político y una forma concreta de gestionar dichos números. Y es eso lo que debemos discutir, porque como todos sabemos un mismo dinero en una misma partida presupuestaria se puede gestionar de maneras que produzcan efectos casi contrarios.
Por ello, creemos que es importante situar la realidad que vive mucha gente, que sigue siendo desahuciada, que sigue sin tener para alimentarse correctamente, y sobre todo que sigue sin tener un empleo que le permita vivir dignamente. Porque Fuenlabrada es una de las ciudades de sus características con mayor tasa de paro registrado en la Comunidad de Madrid. Del mismo modo, Fuenlabrada es también la segunda ciudad, tras Parla, de más de 100.000 habitantes con menor renta media por hogar de la Comunidad.
Ante todo esto, el gobierno municipal esconde la cabeza y saca pecho de las muchas y diversas ayudas que ofrece el ayuntamiento, con las cuáles y al contrario que el Partido Popular, estamos plenamente de acuerdo porque consideramos que son necesarias, pero también que no son suficientes para atacar y acabar con los problemas. El equipo de gobierno plantea una vez más, como el año pasado y el anterior, más de lo mismo y con muy pocas variaciones, porque según lo que se debe ver desde sus despachos parece que todo marcha perfectamente y que Fuenlabrada es un paraíso en el que todo está bien, y lo que no, es culpa del gobierno del Estado y de la Comunidad.
Pues bien, sin ánimo de quitar su enorme responsabilidad a unas políticas infames del gobierno del Estado y al de la Comunidad, nosotras creemos que la administración local también tiene que asumir su parte, y que necesita un cambio importante en su proyecto político, y así lo pensaron todas esas personas que nos votaron hace un año y medio, por lo que consideramos que dado que no tenemos noticias ni garantías de ese cambio no podemos apoyar estos presupuestos y el proyecto político que viene con ellos.
Y es que nosotras hemos realizado, públicamente y también directamente, una batería de propuestas que consideramos que junto a otras muchas contribuirían a dar un vuelco a la situación de esta ciudad, propuestas que iban desde la creación y puesta en marcha de un plan estratégico de empleo hasta la defensa plena de todos y cada uno de los servicios públicos que forman parte del patrimonio de todas, el trabajo por la recuperación de los servicios externalizados o privatizados, la dinamización comercial, industrial y agrícola, proyectos novedosos en materia de medio ambiente y sostenibilidad o la eliminación de gastos que consideramos innecesario realizar con dinero público como los destinados a festejos taurinos.
Ante todo esto, su respuesta fue la de recogerlo, quitar una parte importante, adornarlo con loas a la línea llevada hasta ahora y devolvernos una propuesta de acuerdo que venía a decir que todas nuestras propuestas eran consecuencia natural y significaban la continuación de lo hecho hasta ahora por el equipo de gobierno, a pesar de que muchas de esas propuestas habían sido rechazadas anteriormente en este mismo salón de plenos.
Evidentemente aquello no nos sirvió, y por eso estamos hoy aquí rechazando estos presupuestos, porque consideramos que con el continuismo de su gobierno se pierden enormes potencialidades de una ciudad con gente maravillosa, y que a pesar de contar con trabajadoras y trabajadores municipales excelentes, muchas de ellas nos trasladan cómo sus capacidades no son plenamente aprovechadas en la gestión del gobierno para construir una ciudad mejor. Porque buscamos una ciudad que merezca la pena ser vivida, donde la tasa de desempleo no sea de las mayores de la Comunidad, donde una persona que va a ser desahuciada no tenga que pasar por todo un laberinto institucional para ver si tiene suerte y no acaba durmiendo en la calle mientras su gobierno oculta esas situaciones, donde los servicios públicos no sean usados para el lucro de unos pocos, donde las personas con diversidad funcional cuenten con lugares adaptados, donde los colectivos sociales sean consultados antes de echarles de los espacios donde realizan sus proyectos o donde un gobierno busque y pruebe soluciones en lugar de culpar de todo a otras administraciones. Porque al final, esas otras administraciones son las mismas para otras muchas ciudades donde la tasa de desempleo es mayor, y es que si Fuenlabrada y su administración es el ejemplo que el gobierno siempre pinta, explíquennos como puede ser que entre 2011 y 2015 hayan venido a vivir aquí 3.300 personas menos de las que se han marchado, siendo al contrario en todas las ciudades de nuestro entorno y tamaño similar, excepto en Alcorcón.